Introducción-Ana Álvarez
El Archivo de la Memoria Trans cuenta hoy con más de 7000 fotografías de travestis y trans de la Argentina. La idea barata y brillante salió de María Belén Correa, quien vive hace casi diez años en Alemania: armar un archivo en Facebook en el cual las travestis y trans argentinas, dispersas por el mundo, pudieran subir sus fotos. Sobre todo, como Belén propone, fotos de sobrevivientes. ¿Por qué sobrevivientes? Porque haber sido marica, travesti o trans hasta al menos mediados de los años noventa en la Argentina y haber llegado hasta hoy es ser sobreviviente. Desde los comienzos de las “maricas” por los años cincuenta hasta bien entrada la década del noventa, en el que las activistas travestis lograron denunciar y hacer pública la persecución que sufrieron durante décadas, la clandestinidad y la cárcel era la marca de vida.
Los edictos policiales, creados en 1889, fueron desempolvados ya en los cincuenta para arrestar a las maricas y luego a las travestis bajo las figuras de “Escándalo en la vía pública” o mostrarse con “ropas del sexo contrario”. Y los arrestos y persecuciones continuaron sin demasiada distinción durante los distintos períodos democráticos y militares de la Argentina, al punto de que, tras el “regreso a la democracia” en 1983 con el gobierno de Raúl Alfonsín, la cantidad de días de arresto subió de cinco a treinta días en calabozos.
Estos largos períodos en calabozos, con frío y hambre, con golpizas y abusos, son los que marcan la memoria travesti. Cuántas travestis recordaban salir de 25 días de estar en el calabozo y cuando estaban esperando el colectivo, pasaba el patrullero y las volvía a encerrar. Los nombres de las finadas pueblan también los relatos: muchas muertas por SIDA y dejadez, otras asesinadas por clientes y policías. Una historia que es difícil de olvidar es la de la Janete, la tucumana, quien murió en el Hospital Muñiz pesando casi cuarenta kilos. De la familia, nadie apareció hasta que ella agonizaba. Y de sus pertenencias, lo único que se llevaron fue lo que podía ser vendido (dicen que hasta intentaron sacarle las prótesis de pecho para venderlas, pero quién sabe). Las pocas fotos, guardadas en una caja de cartón, fueron tiradas a la basura. Es por eso que el archivo de la memoria trans es tan radical en su propuesta. Estos archivos son retazos de otros que van desapareciendo con los desalojos, los destierros y las muertes. Y, como bricolaje, van siendo juntados por alguna y llevados en sus valijas con otras pocas pertenencias.
Las fotos muestran algo que las historias de vida no suelen incluir: esos instantes de felicidad que eran los cumpleaños, donde podían lucir las mejores ropas y ser la envidia de las más penosas. Esos desfiles de Carnaval, donde ellas lucían disfraces y cuerpos que cualquier mujer envidiaba. Esos instantes de ser reina, de plenitud, de sentir que todo ese dolor, se borraba.
Son esas fiestas, de las cuales yo solo había oído nombrar, las que aparecen de a centenas, en el Archivo. Esos momentos de intimidad, donde la alegría y el goce del baile y el coqueteo, la felicidad de ser travestis, aparecen reflejadas, con fotos tomadas por alguna participante. Las posesiones, entre ellas cámaras y fotos, eran efímeras, así como la memoria.
Cuando María Belén inició la página en Facebook, muchas empezaron a subir esas fotos y a etiquetar solo los nombres de las participantes: Julia la repollo, Paola la marmolada, la wichi, la Barbie. Aunque muchas ya estaban muertas, las fotos comenzaron a ser un material que trajo los recuerdos tanto de las finadas, como de esos momentos y comenzaron a hilvanar una narrativa, que lejos de victimizarlas muestra la complejidad de sus vidas. Una foto que para mí es muy representativa de esto es la de la Tajo, mostrando con una enorme sonrisa sus tetas hermosas y nuevas en el calabozo sucio de una comisaría.
Nota: Las fotos seleccionadas por el equipo de Esferas y el texto “Archivo de la Memoria Trans: cruces entre estética, memoria y género” de Cecilia Estalles y Cecilia Saurí puede leerse en el número 9 de Esferas, 204-221.