-del libro inédito Vuela-
Soy un atrapador del tiempo.
Atesoro cada detalle cada segundo cada gesto y los grafío en mi cabeza -no
hablo de otros, hablo de la captura del tiempo- no dejo escapar detalle,
segundo, gesto del día, de la tierra, del cielo.
Soy un atrapador del tiempo. El mismo de las cavernas esculpido en millares de
yos. Algunos de mis yos viven en el pasado, otros como yo, conmigo.
Las legiones de los que nos hacen temblar saben que hay millares de
atrapadores del tiempo.
La sabiduría de atrapar el tiempo consiste en sobreponerse al pasado y la
invención de un futuro nefasto.
En el mismo momento que imagino una flor en medio de las ruinas, sé que la
hallaré unos meses más tarde, porque soy un atrapador del tiempo.
****
Las nubes son navíos que en la curvatura del horizonte se van surcando el aire
del lila al rosado, hasta volverse azules.
Y entonces pasan a ser parte del cielo. Nunca antes, nunca después.
El aire es igual que una ola.
Mi corazón es un jet.