Traducción: Marta del Pozo
Personals
Sometimes I am just waiting for the road to get here.
Sometimes I think I exist in a parallel world, like this morning
on this certain September Sunday in New York City.
The way Confucius felt beginning his career as a corn inspector.
You just have to find something to occupy your time.
Like this story in the paper about fish: Grouper are
born female and become male later on. Doesn’t that say
something about our sexual confusion? Not mine, of course.
It’s like Tiresias who gets to do it one way, then another.
It’s the way they now say the universe bounces along
from one Big Bang to another. The whole theory
looks like the graffiti someone painted over on Bowery Street.
It doesn’t matter because you can still hear the moon
rub its back against the stars. The meanings are
all caught in someone’s throat. A baby robin eats 14 feet
of earthworms in a day. That gets me wondering about—
well, I’m not sure, but if I wrote it in here it must be
important. Don’t you see? The windows are all borrowed.
I am listening to Kenny Burrell’s jazz guitar as it slides into
each corner of the room. The air sags. Walls slump.
I wonder if Tomaz will be at supper after the reading.
Some people say he walks on air. Some say he has wings.
It has been a long time since I myself have walked on water.
He is probably dreaming about his favorite Tiepolo or Fra Angelico.
I prefer Caravaggio and all his victims he painted as saints and
prophets. He must have been the cloud hovering over them as
they begged for help. 300 million cells die in the body
every minute without anyone’s help. “Hang in there,”
Paul Watson said in the room the other day, but “hang”? and
from where? Not the sky that keeps winching itself down
closer and becomes my ceiling. That doesn’t mean heaven is
any closer. Heaven is just a sin away goes the old Kendall’s song.
Or a whisper away goes another version. Who knows? No one
knows what Jesus wrote in the dirt, either. Pica is
a disease where you eat dirt. Sexsomania is a disease where
you have sex while sleeping. This saves a lot of time.
All the clocks in Pulp Fiction are stuck at 4:20. Opossums
reign in the woods behind my house in Tennessee. They have
cloudy eyes and would be ferocious if they weren’t
so stupid, and realized how sharp their fangs and claws are.
The ostrich’s eye is bigger than its brain. It resembles
the brains of Wall Street that shrink with every rumor.
An ostrich can kick you to death but you can fly further.
Not like my dog Maggie who is afraid of the wind.
If you have enough diversions, or a good spin doctor,
you don’t have to face the truth. Hence, this poem.
And who would ever check what these things stand for—like
the underground river beneath the Nile is six times
bigger. To testify meant originally to swear by holding
your testicles. There are only two things I’ve made up
in this poem, but really, only the future can reveal them.
The future is the hawk I heard but couldn’t see high
in the trees harassed by crows defending their nests.
The past is a chain saw. There’s no fear that cannot be
translated into a form of love. 21% of frogs in suburban CT
have become hermaphrodites. They drink too much
herbicide, flame retardant and pesticides just like us.
Black olives, those are my favorite. They are stars that have
burnt themselves out. Sometimes the streetlights are aligned
so you have two shadows. You have to watch the other one
so you don’t lose yourself. A chimera is a person who has two
sets of DNA. I never know where my other self wanders
or what she says. Some of my students think I am Marvin Bell
but I don’t understand why they fail to see Marvin is really me.
A starfish can turn itself inside out and hide its own feelings.
What are these words but the shed skins of some snake
that has warmed itself all afternoon on a desert rock?
That’s Marvin who just took us to the desert, not me.
The sunlight that strikes the earth each moment there weighs
as much as an ocean liner. I wonder if Terri and Kari will
return before I have to leave. I’ll just wait. At rest we generate
100 watts of electricity, but if we harnessed it we would be
victims of spontaneous combustion. There’s no reason
we can’t be in two places at once. Everything seems a memory
like boarded up store fronts. Just now, Kenny Burrell’s
guitar is exploding before he mellows out into Soul Lament.
I can burn this CD for you. His music is like a photograph.
The world keeps sticking to his retina. Everything seems to stop.
When galaxies stop spinning they topple over like broken wheels.
These words are like Borneo frogs that have no lungs.
The emperor moth smells a female at seven miles.
It always knows when the end is near. One wall of graffiti is
always painted over another. Maybe there is no end.
We could go on here forever. But now everyone has arrived.
It’s possible we’ll be late for the reading, but the poem has to
end, like a trash truck loaded with excuses, headed for the dump.
Privado
A veces sólo espero que el camino llegue aquí.
A veces pienso que existo en un mundo paralelo, como esta mañana
en este particular domingo de septiembre en Nueva York.
El modo en el que se sintió Confucio al comenzar su carrera como inspector
de maíz. Sólo tienes que encontrar algo en que ocupar tu tiempo.
Como esta historia en el periódico sobre los peces: El mero
nace hembra para convertirse luego en macho. ¿No dice eso
algo acaso sobre nuestra confusión sexual? No la mía, claro.
Es como Tiresias que primero hace de uno, luego de otro.
Es como la manera que ahora dicen que el universo va rebotando
de Big Bang en Big Bang. Toda la teoría
se parece al graffiti que alguien pintó en Bowery Street.
No importa, todavía puedes oír a la luna frotándose
la espalda contra las estrellas. En alguna garganta aguardan
todos los significados. Una cría de petirrojo ingiere 4 metros
de lombrices de tierra al día. Eso me hace pensar en –
bueno, no estoy seguro, pero si lo he escrito aquí debe de ser
importante. ¿No lo ves? Todas las ventanas son ajenas.
Estoy escuchando la guitarra de jazz de Kenny Burrell deslizándose hacia
cada esquina de la habitación. El aire cuelga. Las paredes se desploman.
Me pregunto si Tomaz estará en la cena después de la lectura.
Algunos dicen que camina sobre el aire. Otros, que tiene alas.
Hace mucho tiempo que yo mismo no camino sobre las aguas.
Es posible que esté soñando con Tiepolo, su favorito, o con Fra Angelico.
Yo prefiero a Caravaggio y a todas las víctimas que pintó como santos y
profetas. Él debió de haber sido la nube cerniéndose sobre sus cabezas
mientras suplicaban. 300 millones de células mueren en el cuerpo
cada minuto sin ayuda de nadie. “Manténganse firmes”
dijo Paul Watson en la sala el otro día, pero ¿“mantenerse”? ¿y
de qué? No del cielo que continúa desenrollándose como un torno
hasta convertirse en mi techo. Lo cual no significa que esté
más cerca. El cielo está sólo a un pecado de distancia, la vieja canción de Kendall.
O a un susurro según otra versión. Y qué. Tampoco nadie
sabe qué es lo que Jesús escribió en la tierra. La pica es una enfermedad
que te hace comer tierra. La sexomnia es una enfermedad en la que
se practica sexo durante el sueño. Con eso se ahorra mucho tiempo.
Todos los relojes de Pulp Fiction marcan las 4:20. Las comadrejas
reinan en los bosques detrás de mi casa en Tennessee. Tienen
los ojos nublados y serían feroces si no fueran tan estúpidas
y se dieran cuenta de lo afilados que están sus colmillos y sus garras.
El ojo de del avestruz es mayor que su cerebro. Se parece
a los cerebros de Wall Street que se encogen con cada rumor.
Un avestruz te puede dar una patada mortal pero tú puedes volar más lejos.
No como mi perrita Maggie que incluso le teme al viento.
Si tienes suficiente entretenimiento o un buen asesor de imagen,
no tienes por qué confrontar la verdad. De ahí, este poema.
Y quién ha de comprobar jamás qué significa todo esto- como
que el río subterráneo bajo el Nilo sea seis veces
mayor. Testificar significaba originalmente jurar sujetándose
los testículos. Sólo hay dos cosas inventadas
en este poema, pero la verdad es que sólo el futuro las podrá revelar.
El futuro es el halcón que escuché pero no pude ver en lo alto de
los árboles abrumado por los cuervos defendiendo sus nidos.
El pasado es una sierra eléctrica. No hay temor a que no pueda ser
traducido a alguna forma de amor. El 21% de las ranas de las afueras de
Connecticut se han vuelto hermafroditas. Beben demasiado
herbicida, retardantes del fuego y pesticidas, como nosotros.
Las aceitunas negras, ésas son mis favoritas. Son estrellas que
se han extinguido. A veces las farolas están alineadas
de tal modo que tienes dos sombras. Tienes que mirar a la otra
para no perderte. Una quimera es una persona que tiene dos
cadenas de ADN. Nunca sé por dónde anda mi mitad o qué
es lo que dice ella. Algunos de mis estudiantes creen que soy Marvin Bell
pero no entiendo por qué no ven que Marvin es realmente yo.
Una estrella de mar puede volverse del revés y esconder sus sentimientos.
¿Qué son estas palabras sino la piel mudada de alguna serpiente
que se ha calentado toda la tarde en la roca de un desierto?
Ése es Marvin, el que nos acaba de llevar al desierto, no yo.
La luz del sol que pega en la tierra cada momento pesa
tanto como un transoceánico. Me pregunto si Terri y Kari
regresarán antes de que me tenga que ir. Esperaré. En reposo generamos
100 vatios de electricidad, pero si los utilizásemos seríamos
víctimas de combustión espontánea. No hay razón por la que
no podamos estar en dos lugares al mismo tiempo. Todo se parece
a un recuerdo como de escaparates tapiados con tablas. Justo ahora, la guitarra
de Kenny Burrell alcanza el clímax antes de sosegarse en un Soul Lament.
Puedo grabarte este CD. Su música es como una fotografía.
El mundo sigue clavándose en su retina. Parece que todo se detenga.
Cuando las galaxias dejan de girar pierden el equilibrio como ruedas averiadas.
Estas palabras son como las ranas de Borneo, que no tienen pulmones.
La polilla emperador puede oler a la hembra a 7 millas.
Siempre sabe cuándo el fin está cerca. Una pared de graffiti
se pinta siempre sobre otra. Quizás no haya final.
Podríamos continuar así eternamente. Pero ya están todos allí.
Es posible que lleguemos tarde a la lectura, pero el poema tiene que
terminar, como un camión de basura cargado de excusas, camino al vertedero.