Foto: Duvraska Mendoza
Me recuerdo de niña
e imagino a mi padre
me gustaría
sentir mi voz volar con el viento
acariciar el rostro de mi padre
y traer conmigo
todos los recuerdos
en forma de regalo
que mis recuerdos le revelen
cómo lucía mi rostro
cuando reía lloraba
enojaba o pataleaba
cuánto deseo
recordar a mis padres
sonriendo danzando amándose
dando un paseo por la 5ta. Avenida
mientras me toman de la mano
me gustaría
cerrar los ojos un momento
e imaginarme viviendo este sueño
jugar muñecas con mis hermanas
quemao la loca la eres el escondido
al alimón o pelotica e’ goma con mis primos
cantar y actuar “Soy Rebelde”
mientras mi primo
simula tocar la guitarra
con una raqueta de tenis
quiero
cerrar los ojos
y ver nuevamente a mi abuela materna
cocinando empanadas buñuelos tajadas con queso
escuchar sus pasos firmes
y experimentar un tierno abrazo de su parte
ansío
escuchar una carcajada elocuente
de mi abuela paterna
verle disolver el taco en el vaso de leche
y sentir un beso suyo en mi mejilla
mientras le escucho decirme
te quiero
deseo
ver bailar “ Que Viva España” a mi abuelo materno
mientras su bella dulcinea
gira al ritmo de sus pasos
amaría
convertir mis ojos en video cámara
y grabar la escena en la cual
mi abuelo paterno canta y besa
a su malagueña querida
quisiera
ver mi rostro de asombro
enojo o alegría
cuando recibí de las manos de mi padrino
aquella muñeca arrugada
con gesto de puchero
en su pequeña boca
ponerme los patines de cuatro ruedas
y deslizarme de una esquina a la otra
por aquel pasillo angosto
que unía nuestro apartamento
con el de nuestros vecinos
observar los rostros felices de mis primos
mientras tiran bombas de agua
durante las fiestas de carnavales
deslumbrarme
con los fuegos artificiales de fin de año
sentarme en la Plaza Bolívar
mientras escucho
las campanas de la catedral
anunciando el año nuevo
cuánto deseo
recordar revivir inmortalizar
el dim dim dim
del xilófono o marimba
de las noticias matutinas en Radio Yaracuy
la espera en el asiento trasero del carro de mi padre
en compañía
del silbón la sayona el jinete sin cabeza
los cachitos de jamón el café el jugo de naranja
en la panadería de la esquina
en la Avenida La Patria
las golosina en el Cine “La Galería”
la emoción que sentí al ver
Solo contra el Mundo Vaselina El Imperio Contraataca
Terminator La Historia sin Fin E.T. El Extraterrestre
los viajes familiares a la isla de Margarita
mi primera zambullida en playa Guacuco
las reuniones en el pasillo del aparthotel en Pampatar
la brisa fresca de la madrugada
mientras viajaba en el ferri
deseo
que mi padre pueda recordar
que sus memorias se conviertan
en un Ave Fénix y renazcan de sus cenizas
y vuelen libremente
desde una época a otra sin confusión alguna
pido
que sus recuerdos
no se desvanezcan
entre las partículas blancas
que hoy encogen su cerebro de 91 años
que su cuerpo y su mente
se junten nuevamente
y su ansiedad por lo desconocido
no le perturbe sus sueños
que su tristeza escondida tras una sonrisa
le permita descansar toda la noche
que sus miedos al no saber
dónde está o quién soy
desaparezcan para siempre
pero si nada de esto pasa
si lo que no deseo
inevitablemente ocurre
y mi padre se pierde
en esa monstruosa enfermedad
mis reminiscencias florecerán
recitando este poema
para contarle historias
tan inmortales o volátiles
como la memoria misma
Duvraska Mendoza nació en Venezuela. Se considera artista y poeta, actualmente está explorando Art & Public Policy y Performance. Su trabajo creativo se inspira en quién es como mujer, madre, hija e inmigrante, en sus propias experiencias de pérdida y resiliencia; así como en sus inquietudes en torno al trauma y al duelo. Su intención es crear un espacio que fomente una conversación continua sobre el duelo, la ambigüedad, la inmigración y la salud mental, destacando temas como la esperanza, el amor, la naturaleza y la diversidad. Considera su trabajo como un puente entre dos culturas donde el bilingüismo crea una conexión.