Reino sin marca
No somos aves de paso
dejamos tras nosotros huellas señales.
Las generaciones siguientes desenterrarán mi nombre, la casa, el templo que frecuento
se harán una imagen más o menos exacta de mis costumbres, creencias y padecimientos
mi cráneo les confesará la raza
mi esqueleto los traumas
me juzgarán con cierta condescendencia, bajo su propia ley
pero no podrán descifrar
ni violar
con su curiosidad
mi calma y mi dicha
el reino sin marca
Cual un susurro
Quien envía una carta
a un amor lejano
debe respetar el sueño del otro
la palabra debe llegarle
sin urgencia
cual un susurro
o un soplo suave
destinado a apagar una vela
como para no interrumpir un secreto
una labor sagrada o un encuentro
una carta sin celos
que lleva de puntillas el mensajero
y el único riesgo sea que confundas a éste conmigo
Oficio incierto
El oráculo me habla de un amor.
yo le respondo: no he viajado hasta acá para saber de esto
quiero saber en cambio cuándo me detendré
cuál será la señal del fin y del sosiego
a esto me respondió señalando el mar que cerca su isla y los pájaros
tendrías que ver las olas como nosotros
llenar un libro entero con los pensamientos de los muertos.
si fueras un guerrero te diría
como a muchos otros
cuando la espalda del enemigo se hunda por fin en tu corazón
pero eres un amante
y tu oficio es incierto.
______________________
IMAGEN: Vue fantastique de Tivoli, de Hubert Robert