SEGUNDO ACTO: EL DESCANSO
(Fragmento)
Entran Mami, Torete, Capi y Toni, que vienen hablando. Princess le hace una señal para que calle y Pippi calla de golpe. Princess sale hacia el campo y Pippi va detrás de ella.
NÚRIA: Es que se te ha ido la olla.
MAMI: ¡Que me ha llamado Barbie, el muy gilipollas! “Levántate, Barbie”.
CAPI: Tú calla, que me tienes contenta. ¿Tienes que liarla en cada partido?
MAMI: A mí nadie me trata así.
Suena el móvil en la taquilla de Mami.
MAMI: ¡Lo que me faltaba!
Abre la taquilla y coge el móvil. Las otras hablan entre ellas, se genera un barullo general.
MAMI: (Al teléfono) Hola, amor. (Intenta oír lo que le dice Koldo, pero no se entera de nada. A las otras, gritando). ¿Podéis callaros un momento, que no oigo nada?
Todas callan.
MAMI: (Al teléfono) ¿Cómo? ¿Y qué quieres que haga? (…) Venga, ¿en serio? (…) Pues porque estoy en el descanso. (…) Muy bien, muy bien, no hace falta que grites. Pon el altavoz. (Mami empieza a cantar la nana “Duérmete niño”). “Duérmete niño, duérmete ya, que vendrá el coco y te llevará. Duérmete niño, duérmete ya, que vendrá el coco, y te comerá”. (…) Bueno, es que no es inmediato, claro. (…) Si gritas así no me extraña que no se duerman. (…) No, no, que yo tengo que volver al partido. (…) Yo qué sé, pues le pones un CD, a mí qué me cuentas.
Cuelga.
MAMI: No me ha ni preguntado cómo iba el partido.
CAPI: No te quejes, que es un sol.
MAMI: Un sol que no sabe dormir a sus hijos.
Núria se acerca a Toni.
NÚRIA: (Refiriéndose a los goles) Todavía te faltan dos, eh.
TONI: Al menos he marcado. Y dos veces. Tú no puedes decir lo mismo.
Entra Júlia.
NÚRIA: (Claramente para Júlia) Si me dejaran tocar el balón.
JÚLIA: El balón se tiene que ganar.
CAPI: Vamos bien, vamos bien. Tenemos que seguir concentradas. (A Júlia) ¿Se puede saber dónde estabas?
JÚLIA: Hablando con la entrenadora.
CAPI: ¿Qué entrenadora?
JÚLIA: La suya.
TONI: ¿Y tú qué haces hablando con la entrenadora del rival?
JÚLIA: ¿No la has reconocido?
TONI: (Extrañada) No.
JÚLIA: Es Chiqui.
TONI: ¿Qué Chiqui? ¿La del cole?
JÚLIA: La misma.
TONI: Pero si era malísima.
JÚLIA: Ya sabes lo que dicen: el que no sabe, enseña. Me ha contado por qué Ramón nos ha dejado plantadas.
CAPI: Bueno, venga, a concentrarse, que el partido se tiene que ganar. Y si no llega a ser por Toni-
NÚRIA: ¿Por qué?
JÚLIA: Le han llamado de un equipo de chicos.
NÚRIA: ¿En serio?
JÚLIA: De una categoría inferior a la nuestra.
MAMI: No puede ser.
JÚLIA: Son hombres. Le interesa más.
MAMI: Qué rabia.
CAPI: (Saliendo a defenderlo) A ver, le ha costado mucho tomar la decisión, pero era en su barrio-
JÚLIA: Tú lo sabías, claro.
NÚRIA: Es increíble.
MAMI: ¿Por qué no nos lo has dicho?
CAPI: Porque ahora lo importante es el partido.
TONI: Capi tiene razón. Yo no he sacrificado una tarde de estudio para acabar perdiendo. Os quiero a todas con las pilas puestas.
CAPI: Eso.
JÚLIA: (A Toni) No flipas que Ramón-
TONI: A los hombres les da vergüenza decir que entrenan a chicas. Para ellos una liga femenina es lo peor. Nuestro entrenador del Atlético nos dejó para entrenar un masculino de 3ª regional, y eso que nosotras estábamos en primera.
JÚLIA: Me acuerdo.
TONI: Nunca podremos competir con ellos.
MAMI: Eso no lo digas.
TONI: Eso es la verdad.
MAMI: Ahora está cambiando, hay jugadoras buenísimas, y hasta hay un partido femenino en la quiniela.
TONI: Sí, tú lo has dicho. UNO. El de la cuota. A nadie le importa una mierda el fútbol femenino.
CAPI: Eso es tan fuerte.
Suena el móvil de Mami.
MAMI: No me lo puedo creer.
Mami va a contestar. Es Koldo otra vez. Mami y las otras hablan a la vez. MAMI canta “Un elefante se balanceaba sobre la tela de una araña…”
TONI: Es un deporte de hombres, es un mundo de hombres. Es así. A vosotras el club os dejó elegir, me acuerdo perfectamente. Podíais escoger si os entrenaba Ramón o una entrenadora… ¿Cómo se llamaba?
JÚLIA, CAPI, MAMI: Laura.
TONI: Y lo escogisteis a él.
CAPI: Porque era más bueno.
TONI: ¿Seguro?
CAPI: Claro, él-
TONI: ¿Estás segura de que no os pesó el hecho de que fuera un hombre? Queda mejor un hombre entrenando, que una mujer. ¿O no?
MAMI: “…fueron a llamar a otro elefante”. (Cuelga).
Capi calla. Sabe que, en el fondo, Toni tiene razón.
TONI: Vosotras jugáis en un equipo de aficionadas y eso es genial. Pero intentar hacerlo profesionalmente… (Niega con la cabeza, como queriendo decir que es imposible).
MAMI: Ahora hay jugadoras que cobran una pasta.
TONI: Las mejores del mundo cobran 60.000 euros al año como mucho, que es un sueldo de cojonudo, sí. Pero el jugador del peor equipo de primera masculino cobra, como mínimo, el triple. Ellos son JUGADORES y nosotras chicas que juegan al fútbol. Es así.
NÚRIA: Te vas a morir de asco de notaria.
TONI: Pero tendré un trabajo digno y un sueldo cojonudo para toda la vida.
NÚRIA: ¿Y la pasión?
TONI: Eso no da de comer.
JÚLIA: ¿No crees que te estás saltando un capítulo?
TONI: ¿Perdona?
JÚLIA: Sí, Toni, el capítulo “conozco a un chico encantador, me enamoro perdidamente y dejo mi pasión, mi vida, con lo que más disfruto en este mundo, porque a él no le gusta que su novia juegue al fútbol”.
TONI: Pablo NUNCA me pidió que lo dejara.
JÚLIA: Pero se avergonzaba de que jugaras.
TONI: Eso no es verdad.
JÚLIA: ¿A cuántos partidos fue?
Pausa.
TONI: Lo hubiera dejado tarde o temprano.
JÚLIA: O no. A lo mejor ahora seguirías jugando en Estados Unidos.
NÚRIA: ¿Jugaste en Estados Unidos?
JÚLIA: La ficharon, pero nunca firmó el contrato.
NÚRIA: ¿Por qué?
Toni no contesta.
JÚLIA: Acababa de conocer a Pablo y no quiso irse.
TONI: Puse los sentimientos por encima de la ambición. No creo que sea como para crucificarme.
JÚLIA: Lo sacrificaste todo por él. No es solo que no fueras a Estados Unidos, Toni. Al cabo de unos meses de conocerlo dejaste el fútbol para siempre.
Vuelve a sonar el teléfono de Mami. Es Koldo.
MAMI: “El cocherito leré, me dijo anoche leré…”
Mami sale hacia los baños.
TONI: Me lesioné.
JÚLIA: Estuviste un mes sin jugar y lo aprovechaste para no volver.
TONI: ¿Y? ¿A ti qué te importa?
JÚLIA: Me importa porque eres mi hermana. Y porque me jode saber que, si no lo hubieras dejado, ahora estarías cobrando un sueldo cojonudo por hacer lo que más te gusta en este mundo.
TONI: Seré notaria, Júlia, y eso es un curro de puta madre y para toda la vida.
JÚLIA: Si apruebas.
TONI: No piensas que pueda aprobar. ¿Es eso?
JÚLIA: Pienso que lo de notaria es una excusa, un refugio. Y a Pablo le ha ido de maravilla. Ahora te tiene todo el día encerrada en casa. (Pausa breve) Tú estás hecha para el césped, Toni. No para pasarte doce horas al día estudiando. ¡MAMI! (Se acerca a Mami y le cuelga el teléfono).
TONI: Nadie dijo que iba a ser fácil.
JÚLIA: Hace tres años que no te veo feliz.
TONI: Lo que me faltaba. Y cuando curraba de administrativa de nueve a seis porque mi sueldo de jugadora profesional no me daba ni para pipas, ¿sí me veías feliz? ¿Cuándo después de pasarme el día en un curro que odiaba, me iba cagando leches a entrenar cuatro horas y llegaba a casa destrozada, entonces, ¿me veías feliz? Sin fines de semana, sin vacaciones, sin vida personal. ¿En serio que te parecía una persona feliz?
JÚLIA: Entrabas en el campo y se te pasaba todo. Verte jugar era un festival. Fluías, eras libre, hacías lo que te daba la gana en el césped. Cuando jugabas al fútbol eras tú. Eras mi hermana pequeña, la que rompía las cabezas de mis muñecas para jugar al balón con ellas, la que se pasaba la hora del recreo jugando al fútbol con los chicos y callándoles la boca cuando decían que las niñas no saben jugar al fútbol. Yo sí que fui a ver siempre tus partidos. Y esa alegría, esa adrenalina, esa cara de felicidad que tenías cuando jugabas, no la había vuelto a ver hasta hoy, cuando has entrado en el campo como lo hacías siempre: con el pie derecho y a la pata coja.
Toni calla, se ha emocionado, pero se contiene.
TONI: Jugar al fútbol me gusta, eso no te lo voy a negar. Pero no daría mi vida por ello.
JÚLIA: La diste durante muchos años. Te enfrentaste a todo el mundo para jugar al fútbol, sister, hasta a papá. No paraste hasta que lo convenciste. Y, al final, él y mamá te llevaban cada finde a los partidos. Y eran más hooligans que nadie. Pero si un día mamá casi se pega con el árbitro porque te pitó una falta injusta.
Toni medio sonríe. Júlia también.
JÚLIA: Llevas tres años estudiando para unas oposiciones que son para hacer un trabajo que no te va a gustar. Eras una tía independiente, fuerte, luchadora y llevas tres años encerrada en casa y dejando que Pablo se encargue de recordar en cada comida familiar que, si puedes permitirte el lujo de no trabajar, es porque él te mantiene.
TONI: Deberías estar contenta de que haya encontrado un hombre que me apoya.
JÚLIA: Mantenerte le hace sentirse más hombre, ¿no te das cuenta? Le hace sentirse superior.
CAPI: ¿Pero qué pasa? ¿Que ahora eres feminista, tú, o qué?
JÚLIA: No lo digas como si fuera un insulto.
CAPI: Deja de machacarla, pobre. Si fuera al revés, si fuera ella la que-
JÚLIA: Pablo NUNCA dejaría que una mujer le mantuviera.
TONI: ¿Le estás llamando machista?
JÚLIA: ¿No te das cuenta de que has dejado lo único que te hacía feliz por él?
TONI: Estaba cansada, ¿vale? Cansada de luchar el triple para conseguir lo mismo que cualquier hombre, cansada de los insultos desde la grada, cansada de que me llamaran “marimacho”, cansada de estar en la élite y sentirme como si estuviera en un equipo de barrio. Me rendí, lo acepto. ¿Y sabes qué? ¡Que tenía todo el derecho! Y si no llega a ser por Pablo, ahora seguiría en una mierda de curro que no me gusta, cobrando un sueldo miserable y llegando a casa hecha polvo.
JÚLIA: ¿Sabes cuáles son las mujeres más ricas del mundo?
TONI: Me importa una mierda.
JÚLIA: “La hija del fundador de”, “la hija del fundador de”, “la nuera del fundador de”, “la mujer de”, “la hija de”, “la nieta de”. En cambio, los más ricos del mundo son “el FUNDADOR de”, “el FUNDADOR de”, “el FUNDADOR de”. Esto no es así por casualidad. Es así porque las mujeres nos rendimos. Tiramos la toalla antes y ellos no paran hasta conseguir lo que quieren. Son ambiciosos y se presupone que deben serlo. ¿Sabes cuántas veces me han criticado por querer subir en la empresa? ¿Cuántas miradas de reproche he tenido que aguantar? Pero me da igual, porque yo no pienso dejar de pisar el acelerador.
TONI: Yo respeto que seas ambiciosa, que pongas tu trabajo por encima de todo, pero yo no soy así.
JÚLIA: Si fueras un hombre, no hubieras renunciado a tu pasión por amor.
TONI: Yo esto no tengo por qué aguantarlo.
Toni empieza a recoger sus cosas, para largarse.
CAPI: No, no. Tú no te vas.
TONI: Lo he intentado, pero comprenderás que no-
CAPI: (A Júlia). Pídele perdón.
JÚLIA: Pero qué dices.
CAPI: Ya me has oído.
JÚLIA: Ni loca.
CAPI: Si se va, somos seis. Olvídate de la final, del campeonato de España. Olvídate de todo.
Júlia calla, acorralada. No quiere pedirle perdón a su hermana, pero quiere jugar por encima de todo.
JÚLIA: Perdón.
CAPI: Muy bien.
Toni quiere marcharse, pero Capi la mira, autoritaria.
TONI: (A Júlia) Retira que Pablo es un machista.
JÚLIA: Yo eso no lo he dicho.
TONI: Que lo retires.
JÚLIA: Es que no puedo retirar algo que-
CAPI: Retíralo.
JÚLIA: (Cediendo a regañadientes) Muy bien, lo retiro.
TONI: Quiero que lo digas. Quiero que digas “Pablo no es ningún machista”.
JÚLIA: Pablo no es ningún machista. ¿Te quedas o no?
Un momento de silencio y de tensión. Entran Pippi y Princess.
TONI: Lo hago por ti.
JÚLIA: Lo haces porque no te sentías tan viva desde la última vez que jugaste.
CAPI: ¿Veis qué fácil es arreglar las cosas?
MAMI: ¿Subimos o qué?
CAPI: Primero repasemos la táctica. Vamos bien, Pippi, pero estás distraída y-
PIPPI: Si he despejado un montón de balones y he salvado dos goles cantados.
CAPI: Puedes no replicarme, ¿por favor?
JÚLIA: Capi tiene razón. ¿Dónde tienes la cabeza?
PIPPI: Te he hecho dos pases cojonudos.
JÚLIA: Tú vives en tu mundo de luz y color.
NÚRIA: Al menos ella la pasa.
PIPPI: Gracias, Núria.
JÚLIA: (A Núria) ¿Tienes algún problema?
NÚRIA: Si te pido el balón, me lo das.
JÚLIA: ¿Por qué? Porque lo dices tú.
NÚRIA: Porque si estoy desmarcada y en el área, es tu deber.
JÚLIA: No lo he visto claro.
NÚRIA: ¿Las veinte veces que estaba sola a punto para marcar?
CAPI: Chicas, por el amor de Dios, no nos tensionemos. Lo estamos haciendo muy bien. Si Ramón estuviera aquí, estaría orgulloso de nosotras.
JÚLIA: Lástima que esté entrenando un equipo de hombres y que haya pasado de nosotras como de la mierda.
PIPPI: ¿Cómo?
JÚLIA: (A Princess y a Pippi) Después os cuento.
CAPI: Yo estoy orgullosa de vosotras. Llevamos un tanto de ventaja, ahora solo nos falta rubricar. Seguimos como hasta ahora, ¿de acuerdo? Pippi, tú más atenta, por favor. Y Júlia y Torete, más compenetración, más diálogo. Júlia, has ido sola en más de una ocasión-
JÚLIA: Casi marco cuando-
NÚRIA: Tú lo has dicho. “Casi”.
JÚLIA: Esta tía es idiota.
NÚRIA: ¿Qué has dicho?
CAPI: Por favor, basta. Princess, tú concentrada, ¿ok?
NÚRIA: Sí, que te han marcado un gol que hubiera parado mi sobrino.
PRINCESS: Lo siento.
JÚLIA: No le pidas perdón.
NÚRIA: ¿Por qué no la cambiamos?
TONI: Pero como la vais a cambiar, si es la portera.
CAPI: ¿Tú no te has leído el reglamento?
TONI: ¿Se puede cambiar la portera?
NÚRIA: Por cualquier jugadora.
CAPI: Princess se queda en su posición y punto.
NÚRIA: La vamos a cagar. (A Princess) ¿Se puede saber qué te pasa?
MAMI: (A Núria) Déjala en paz.
NÚRIA: Es que está en la parra. Si no mira ni al campo. (A Princess) Yo no estoy dispuesta a perder este partido por tu culpa. ¿Me oyes?
MAMI: Que la dejes, Núria, por favor. No hace falta que te pongas así.
Núria va hacia Princess.
NÚRIA: Quiero ir al campeonato de España, ¿te ha quedado claro? Y no toleraré quedarme en el camino porque tú tengas problemas personales. Porque es eso, ¿no? ¿Te ha dejado el novio o algo así?
Princess mira a Mami, como preguntando si se ha chivado. Mami niega con la cabeza.
PIPPI: (Harta. Por primera vez saca la mala leche) Que la dejes, ¡joder! Solo le han marcado un gol, no hace falta que la crucifiques.
NÚRIA: Vaya con la señorita Pippi. Pensaba que de quién estabas enamorada era de mí.
JÚLIA: ¿Pero a ti qué te pasa?
NÚRIA: Tú no te metas.
JÚLIA: Me meto si me da la gana. ¿Quién te crees que eres para dar lecciones a todo el mundo? No has marcado ni un gol. Si no fuera por mi hermana iríamos perdiendo de uno.
NÚRIA: Si me hubieras pasado algún balón-
JÚLIA: Basta ya de tanta excusa. Marca y cállate, ¿vale?
CAPI: Chicas, por favor. ¿Pero qué os pasa?
JÚLIA: Que esta tía es imbécil, eso pasa.
NÚRIA: Ayer cuando te comía el coño no parecía que opinaras lo mismo.
Silencio sepulcral. Júlia las mira a todas, avergonzada.