8. EL HIMNO DEL CARABINERO
Ahora tengo ganas de no haber venido: pero ya vine, y más encima tengo este trabajo. Ahora encuentro Johnny Deep que las escuelas de arte no son un lugar seguro y no entregan una formación seria sobre la belleza, igual que sus estudiantes, todos maricones y pobres. Pobres, maricones e indecentes. Es mejor que no les den esas ayudas porque será la proliferación del caos Johnny. Es mejor que la cultura se preocupe de los galvanos y los diplomas. Que cada inepto reciba su galvano y su diploma. Que a cada imbécil le den su rol, Johnny Deep. Y así no armarse problemas.
Necesito la protección de mi gobierno, no la de este país, ni la tuya Johnny Deep. Digo mi gobierno, porque es mío. Es mío y por eso lo perdono, porque a veces como todos, como tú pues Johnny Deep, comete errores.
Es mejor estar así y no obedecer la propia voluntad, que en tu caso y el mío siempre tira para el descontrol, Johnny Deep. No estoy hablando de mandar hacer callar a nadie Johnny Deep, sólo que hagan menos ruido.
Pero quiero que quede claro que si antes me expresé con garabatos ahora me expreso con cariño, Johnny Deep.
Tengo una idea Johnny, que seguro me trae dinero huevón. Te lo voy a contar sólo porque eres Johnny Deep: ¡quiero ir y exportar artesanía conchetumadre! ¿Qué te parece la idea Johnny Deep? Buena, ¿no? ¡Es genial maricón! Sí, sí, sí. Voy a exportar los monitos de pelo de caballo, los chanchitos de greda, las iglesias de piedra y los textiles que pican. Ay, sí, metros y metros de esos hermosos textiles que pican. Puta que me hace bien hablar contigo, porque ésta era sólo una idea que tenía en mi cabeza, pero ahora al decírtela como que la visualizo, ay sí, la visualizo.
También quiero enseñar arte a los niños chicos chilenos o a los viejitos chilenos. Así no me meto con los jovencitos chilenos que son un poquito mal agradecidos Johnny Deep. Esos cabros culiaos son unos hijos de puta, por culpa de una furia que no se sabe de dónde sale, esos huevones tan bandálicos, esos cabros conchasdesumadre que tengan otro tipo de ayuda, otra ayuda: ayuda sicológica, sí, sí, una ayuda sicológica, eso es lo que necesitan mejor, ayuda sicológica esos cabros de mierda.
Y tú no te vengas hacer el sufrido conmigo Johnny, porque todo el mundo se siente así. Las secretarias sienten lo mismo que tú cuando se les junta un alto de papeles en su escritorio. El médico se siente incluso peor que tú cuando se les muere un paciente.
(Se empieza a escuchar de fondo el Himno de Carabineros de Chile. Se repite el coro que dice «Duerme tranquila niña inocente, sin preocuparte del bandolero…»).
En cien funciones más de esta obra voy a volver. Voy a tocar cada una de sus puertas y espero que me abran. Ay Johnny, voy a dedicarme tiempo completo si es que me ofrecen un trabajo, pero relacionado con la cultura, porque eso es lo que yo quiero: aportar a la cultura. Y que cantemos el himno de los pacos Johnny Deep. ¡Que puta que me he dado cuenta que son mal agradecidos todos con los pobres pacos! El himno que tienen es hermoso Johnny Deep. Por eso el himno dice clarito «duerme tranquila niña inocente». Porque el paco sabe cómo es la niña, inocente, Johnny Deep. Los pacos saben que a las huevonas les gusta el copete y por eso les aconseja, desde el segundo párrafo del himno, que se queden en la pieza mejor, porque resulta que «el bandolero», como dice la canción, está «al acecho» y lo que no dice el himno, pero se entiende, es que el bandolero además anda caliente. Caliente también el bandolero, Johnny Deep. Hay una parte que dice eso, que anuncia el riesgo.
Pero la niña inocente en vez de quedarse dormida, Johnny, se hace la que duerme, porque la niña inocente antes de hacerse la dormida, para que tú veas Johnny Deep cómo es de «inocente» esa cabra, no se puso de acuerdo con un bandolero, sino que con la pandilla completa… Y la niña inocente se va a vender coca y pasta base con todos los «bandoleros» y el resto de «niñas inocentes» que no pueden ni decir su nombre de lo borrachas que están cuando algún carabinero las detiene por desorden en la vía pública Johnny Deep. Me encantaría corear contigo ese himno y regalarle un diploma o un galvano al paco. Y a ti también. Qué prefieres Johnny Deep, ¿un galvano o un diploma?
(Aparece un perro con el pelo rosado. El personaje lo abraza)
Préstame plata para el pasaje Johnny Deep. Puta no seas cagado qué te cuesta huevón. No seas cagado conchetumadre, viste que te gusta que te puro hablen huevón. Ya pues, préstame plata, no lo vas a sentir, a ti te sobra. Te he dado consejos todo el rato y así me agradeces Johnny Deep. ¡Así lo haces huevón! Préstame plata Johnny Deep, préstamela. Cuando empiece a exportar las artesanías te la devuelvo Johnny Deep. ¿Qué te cuesta?
Oye huevón, yo podría haber hablado con Boy George, que seguro es mucho más entretenido que tú y ahora te vienes a cagar con la plata. Ahora te cagas, después de que te he hablado como loro una hora, no es justo Johnny Deep. No es justo, porque no hay nada más bello que la idea de volver y no me estás apoyando como deben apoyar los amigos.
(Se escucha un zumbido en aumento)
Puta, préstame la plata que te juro que ya reconozco que desde el lugar del origen están los gestos, el nivel de agresión, la violencia descontrolada, la fracasada idea del amor, la inflamación de absolutamente todos los ganglios.
Préstame plata para volver, por favor Johnny Deep, que ya sé que desde el lugar de la promesa están los galvanos, el papel de los diplomas y el despreciado peso del metal de la medalla, sino voy a parecer un hijo de exiliado que no conoce Chile, ni entiende su humor actual.
Préstame plata, no seas cagado, que te la voy a devolver, te juro que te la voy a devolver, porque ya tengo claro que desde el lugar de tentación está la risa maldita de los funcionarios, el desquiciamiento absoluto de los artistas de la tele, el taladro del egoísmo y un árbol con tres frutas distintas: peras de cartón, manzanas de plumavit y plátanos de plástico, que también voy a exportar, porque igual pasan como artesanía.
Te juro que te la voy a devolver, no es mucho, es sólo la plata para el pasaje para volver al lugar de lo habitado, donde se siente vergüenza ajena y el horizonte con clavos sobre el inmenso mar de la desigualdad social. La criatura provinciana y desperdiciada. El objeto y los límites que lo codifican. Desde el espacio habitado donde desespera la estrechez y la falta de oxígeno.
No puedo cruzar nadando pues Johnny Deep, cómo lo voy hacer. Te estoy pidiendo plata para volver al lugar de lo legal donde apuntan al culpable y no le hacen nada. Evidentemente la criatura, también el objeto y su polvo, que es su familia muerta. Entiéndeme conchetumadre que necesito plata para volver al lugar de la concentración, donde están los papeles, la lista de papeles, carpetas, kilos y kilos de papeles completamente mezclados entre sí, que hacen imposible la identificación de los huesos.
Quiero ir a trabajar Johnny Deep, a nada más que eso quiero volver al lugar
desde el esfuerzo, de los llantos. Gritos, pataletas, puñaladas, FRUSTRACIÓN FRUSTRACIÓN FRUSTRACIÓN, y todo tipo de ataque con arma blanca Johnny Deep, no seas cagado y préstame la plata.
(Pausa. Se empiezan a escuchar sonidos de protestas callejeras)
Yo no sé si tú sabes, pero en el fondo de mí hay un castigo, después del castigo, o de la causa de él, hay una llave. ¿Dónde está esa llave Johnny Deep?