EL GUARDIÁN DE LA LLUVIA
Su tarea es recoger el agua del cielo, dar forma a las gotas, y ayudarles a bajar hacia la tierra.
Llueve.
Abrimos los paraguas.
Llueve.
Y el guardián piensa que, vista desde las nubes, la tierra es un dibujo que se mueve,
allá a lo lejos.
EL GUARDIÁN DE LAS COSAS OLVIDADAS
Juguetes, estampillas, botones.
El guardián recoge las cosas olvidadas y las hace brillar frente a nosotros.
Buscamos nombres a esos soles que un día alumbraron las tardes.
Nos preguntamos si también las cosas nos recordarán.
EL GUARDIÁN DE LA SOMBRA
Traza la silueta de los seres y las cosas con un lápiz de carbón.
Conejos, niños, árboles: todos llevan al costado parte del dibujo.
Nos gusta mirar cómo cada mañana retoma la tarea: conejos, niños, árboles.
No hay un dibujo igual a otro.
EL GUARDIÁN DEL MUNDO
Se levanta cada mañana y sopla, para hacer girar la esfera que habitamos.
Sólo él sabe que el mundo se posa sobre la cabeza de un alfiler y que los días duran un segundo.
Diminuto el mar.
Diminuta nuestra casa.
Diminutos los cometas, las mariposas.