Ilustración por Azul de Metileno
La palabra magia, como un conjuro en sí misma, hace aparecer en quien la escucha un amplio panorama de conocimientos, prácticas y revelaciones: desde aquello tan inabarcable conocido como lo sobrenatural, hasta algo tan concreto como un truco de manos. En este número quisimos poner en diálogo dos series que, si bien parten de puntos distintos en este panorama de lo mágico, terminan desembocando en una misma noción de hechizo y encantamiento. En los poemas de Corina H. Reyes (Ciudad de México), orientados más a lo ritual, asistimos a la formación de un aprendiz para escalar en su grado mágico, a la interpretación libre una tirada de tarot de Marsella, y a imaginar los últimos días del ocultista Jhon Dee. Por su parte, la serie Dibujos en Magma de Mario Andrés Arcos Guerrero (Colombia), nos propone pensar en la memoria como un posible punto de partida de exploraciones esotéricas.
CORINA H. REYES
Aprendiz en ascenso
Ante la vela de flama susurrante: reconoce al Espíritu protector
que habla en luz de sol y luna
que comanda a los Siete Arcángeles y no obedece voz humana
que bendice ciertas cabezas con visiones y voces
que escribe y dibuja en cuerpos prestados
sal a buscarlo en la hora de Júpiter
acude a la playa: toma prestado al mar el sonido de su oleaje
úsalo para darle calma a quien esté lejos
úsalo para advertir de tu poder a los perversos
a cambio entrega un puñado de liquen que de paz a los ahogados.
acude al desierto: toma prestado su silencio
con él arrulla a las almas insistentes
con él avanza con sigilo contra los malignos
a cambio entrega un espejo que acompañe a quien se pierda en la espiral.
acude al bosque: toma prestadas sus sombras
desde ellas conoce tus deseos verdaderos
desde ellas vigila las tentaciones enviadas por espíritus impuros
a cambio entrega la vara que tomó tu maestro
Él ya no la necesita
acude a la montaña: ríndete
medita con templanza sobre lo pedido y lo otorgado
asciende si muestra el sendero
a cambio dejarás tu aliento
volverá a ti más poderoso en la hora de Marte
a tu regreso haremos incienso con el polvo de tus zapatos
lo presentarás al Espíritu
jurarás prenderte fuego al final de tus días
para privar de reliquias al enemigo
para anular tu pacto con el cuerpo
si no conocimos esclavitud en el mundo visible, no la llamaremos en el invisible.
Tarot
Soy el discípulo que se despojó de su túnica, quien desertó de la palabra papal. El séptimo día me transformé en caballo para viajar con el laureado. Lo abandoné por su falta de rumbo. La noche me sorprendió en la ciudad de dos torres y mudé a perro embrujado por la luna. Me acarició con su brillo, con devoción le aullé, pero nada la detuvo al amanecer.
Desperté ausente bajo el sol con prisa. ¿Cómo presentarme al vigésimo día si nunca usé mis piernas?
No reconoces mi rostro porque le incumbe sólo al destino. Dices estuvimos juntos de rodillas frente al Gran Maestro y me devuelves el cuerpo en que nací. Recuerdo perdimos el miedo a la muerte pero él está ahí suplicando desnudo. Dices soy el infante azul celeste quien no mira ángel porque recuerda el secreto: en el huevo cósmico hay lugar para una y solo una. Dices que merezco probar suerte otra vez.Tu voz se desvanece bajo la trompeta. Nada deseo más en el mundo que reencarnar en un loco.
Últimos días de John Dee
«Me has abandonado»
reclamas mis dedos ahora que arden
y las falanges succionan la carne
deseosas de burlar el juicio del fuego
el elixir de matricaria no devuelve nada
a los diez que llenaron pergaminos con Tu lengua
se han convertido en garras impuras
deformes no recuerdan el peso del anillo del Rey Salomón
«Zedekiel, Uriel, Madimiel, venid venid venid»
para someter la oscuridad a mi vista
obsequié el ojo izquierdo a la obsidiana del Nuevo Mundo
hoy el ojo derecho está atrapado en la neblina
de los cirios no percibo más que aura
no reconozco las sombras mudas que me contemplan
desobedientes a mi pecho portador del lamen sagrado
se guardan revelaciones, misterios, compañía
«Me niegas tres veces tres»
Desoyes si pronuncio Tus 14 nombres
secretos para los neófitos mas no para mí
humillado Te llamaría Adonai como ellos si Alivias mi cuerpo
«comí de Tu huerto para abrir los ojos»
Dejas que Anubis pinche mi corazón
denso como el oro, negro como el mirlo macho
Isis reclama los favores en el Atlántico
en vano bebo la medicina de muérdago
«aquí el azufre y la sal, arcángeles del Sephiroth»
¿qué crece en mi plexo solar?
el bulto no cede ante mis manos
que en otros tiempos dominaron demonios
despertaron al cadáver
alimentaron el fuego con mercurio
condujeron la armada de mi señora por ultramar
«Hijo, Mercurio y Espíritu Santo, tengan piedad»
de camino a la inmortalidad no hay silencio
los zumbidos del futuro reemplazan mi sordera
hombres y mujeres me evocan
para revelar Tus nombres
me ofrendan libros, me cantarán alabanzas, me pintan retratos
¿a ti Te agradan?
«aquí el talismán, Rafael, Gabriel y Miguel»
Salvaste a Simón de la crueldad de nuestra raza
lo Elevaste frente al emperador antes de desechar su cuerpo
para mí Tienes sólo torturas
Me privas del consuelo de las plantas druidas y los sueños
ahora se mezclan con recuerdos
mi caída en tierras cálidas
la visita de Apolonio de Tyana
las pesadillas de las serpientes
en lo 9 días de rezo y ayuno
«Edward: la reina y su pirata nos miran
Bendice el mercurio, Protégeme en el círculo de cráneos »
en el tiempo impreciso alguien lee mis diarios
dice me admira porque quise saberlo todo
¿cómo el amor es avaricia?
aún cuando la humanidad me tentó
hice todo para estar cerca de Ti
hace 81 años Colocaste sobre mi cabeza el infinito
esa condena de cada alma que buscó, te busca, te buscará
demasiado por aprender tan pocos días para ser digno
«intercedan por mí, sacerdotes de Deméter»
Te suplico IHRLAA, BTZKASE, HEIDENE, DEIMO30A, IMEGCBE, ILAOIVN, SAAIME, sácame de este cuerpo antes de que olvide el resto de Tus nombres
«Pentagrama de 5 picos en 3 polígonos de 7 lados
contenidos por la estrella de 7 picos que encajan
en los ángulos del heptágono de tus 7 nombres secretos
Te habla oveja que juzgas porque vivió como lobo
Sé quién eres, pero no dónde estás»
DIBUJOS DE MAGMA
MARIO ANDRÉS ARCOS GUERRERO
L á t i g o d e F u e g o
Cuando la tarde comienza a morir la amplia cocina se oscurece. Mi abuela me asusta contándome historias de espantos. Historias de ese ángel que al morir la tarde baja desde más allá de la negrura del monte hasta el huerto de la casa. Tiene la forma de una enorme hoguera que arde y crepita sobre el cultivo. Las chispas de fuego que caen y tocan la tierra hacen crecer y florecer las plantas. Los perros de otras casas que lo sienten llegar aúllan a lo lejos. Deslumbrados por la luz, corren mientras le ladran enfurecidos para alcanzarlo. Intentan rodearle. Uno de los perros que no ha dejado de ladrar se acerca demasiado para tratar de morderle. Una enorme lengua de fuego se levanta para luego caer y estallar sobre su hocico. Después de bendecir la tierra la hoguera desaparece en la oscuridad del monte. Herido por la luz el perro chilla y sale a correr.
S o l d e l o s v e n a d o s
El firmamento se oscurece cuando mi abuela hace una mueca y un gesto con los labios para indicarme allá lejos: — la última luz del día, es el sol de los venados—. Entonces me imagino animales que saltan asustados en el monte para esconderse en lo más hondo de la noche. Es la última luz del día la que veo a lo lejos caer sobre las casitas de ladrillo a través de la ventana en el cuarto de mi abuela. Cuando pongo la mano sobre su frente la vida se apaga opacando la vitrescencia de sus ojos; al verla, escribo sobre un papel sin haberlo pronunciado hasta ahora: — Es el sol de los muertos—. Mi abuela viaja desde el cementerio hacia las galaxias. Los músculos tumefactos son comida; los huesos se convierten pronto en templo para los gusanos de luz. La memoria se aglutina en recuerdos que luego se disuelven en una proliferación de imágenes que huyen y se desconectan. Y devorados, los hijos de Saturno empiezan a morir.
E f i g i e
Una antigua lengua dibuja petroglifos sobre la carne viva de las piedras. Es Musa de las cavernas escondida detrás de las estrellas. Eva de artes rupestres que respira hondo, en las vetas de todas las excavaciones y las maderas. Es ojo de agua radiante. Es el viento que viaja cabalgando; en las libélulas.
Sobre la tierra mojada las aves siembran su nombre, es una reverencia de hojas de ramas; y de culebras. Es la neblina que Los Pastores de Anuros celebran en las orillas de los charcos. Tres voces surcan el río cuando cópula con espantos. En las noches sin luna; es Hada del Campo Santo. Es caricia para los cerdos. Es azul cerúleo que arde en Fuegos Fatuos.
Es Zarza de Fuego que gime en el crepitar de las hogueras. Geometría de las flores que resplandecen con fiereza. Es Madre de los cultivos, de las preñeces y de las cosechas. Y en el umbral, es Voz del Deseo que inspira sueños de luto y de encanto.
“Danos una hora más para mejorar nuestras artes”, y entre tus Sagrados Montes alívianos del llanto /las pasiones/. Es vorágine de arrobamiento que bendice con prodigios y portentos. Es lago y laguna y obscena lluvia que cae detrás de los arreboles.
Corina H. Reyes (Ciudad de México · 1985) vive en Oslo, Noruega desde 2017. Escribe poesía, ensayos y relatos fantásticos. Toda su formación literaria ha ocurrido en talleres a distancia durante las madrugadas. Confía en que eso se refleje en su escritura. Actualmente estudia traducción literaria.
Mario Andrés Arcos Guerrero (Bogotá, Colombia · 1981) es artista visual interesado en la relación entre arte y literatura. Ha publicado ensayo y narrativa en: Herederos del kaos. Archivo literario y artístico. (Barcelona) 2021. Escafandra. Revista de periodismo cultural UABC. (México- Baja California) Noviembre 2021. Hoja Negra, Julio. (Colombia) 2021. Periódico Poético – hostal literario en Tecpan Edición No. 6. (México). 2021. Fanzine Kozmonauta Vol. 12. (México). 2021.