No disparen, foto Jorge Morse
Chile despertó:
El dieciocho de octubre se cumple un año desde el estallido social en Chile: luego de treinta años de abusos, el pueblo se despertó y salió a marchar a las calles para exigir sus derechos. El gobierno de Sebastián Piñera, en lugar de escuchar el lamento de pena y rabia que se extiende por el país, reaccionó de la misma manera que el dictador Pinochet; represión, toque de queda, estado de sitio, montajes, torturas, violaciones, asesinatos. Pero el pueblo no se detuvo, siguió luchando en las calles, poniendo el cuerpo y la voz por un país mejor. Hoy el espíritu del estallido social sigue vivo, y los poetas del país, como sucediera en los años ochenta, también levantan la voz buscando un mejor mañana.En este dossier presentamos cuatro poetas que, desde sus propias estéticas, hacen eco de lo sucedido hace un año atrás. Nataly Ramírez repasa la historia de abusos y muerte que nos ha llevado hasta el estallido. Antonia Márquez, por su parte, nos presenta ese abuso hoy, en forma de un gobierno indolente, incluso en una circunstancia como la pandemia. Federico Krampack encarna la visceralidad enrabiada del pueblo en poemas largos y con una respiración cortada, como quien grita en una protesta. Por último, Rigoberto Figueroa, nos muestra en pocas palabras de imágenes precisas y punzantes, el Chile en el que nos ha tocado vivir. Estos poetas vienen a recordarnos, un año después del estallido, que Chile sigue despierto, y que no va a volver a dormirse.Federico Krampack encarna la visceralidad enrabiada del pueblo en poemas largos y con una respiración cortada, como quien grita en una protesta. Por último, Rigoberto Figueroa, nos muestra en pocas palabras de imágenes precisas y punzantes, el Chile en el que nos ha tocado vivir. Estos poetas vienen a recordarnos, un año después del estallido, que Chile sigue despierto, y que no va a volver a dormirse. Federico Krampack encarna la visceralidad enrabiada del pueblo en poemas largos y con una respiración cortada, como quien grita en una protesta. Por último, Rigoberto Figueroa, nos muestra en pocas palabras de imágenes precisas y punzantes, el Chile en el que nos ha tocado vivir.Estos poetas vienen a recordarnos, un año después del estallido, que Chile sigue despierto, y que no va a volver a dormirse.
Santiago de la Nueva Melancolía
El Parque
(Cap. 1: 1875)
Caminando sobre adoquines
vimos el pasado y el presente.
Me sonreíste en un parque
y tuviste una epifanía:
futuro no había,
en un suelo hecho con grilletes.
Santiago
(Cap. 2: 1950)
Santiago es un cementerio
lleno de abuelos
que dejaron su tierra
para no volver.
Un patio seco,
el único recuerdo
de las promesas
que un día creyeron.
¿A dónde van las almas
de quienes fueron enterrados
en un suelo que no cultivaron?
Tragedia
(Cap. 3: 2018)
Crecimos con estrellas en los pómulos
creyéndonos bendecidos por los astros.
Lástima que se nos cayeron con el tiempo.
Culpados a ser sacrificados por nuestros ancestros,
cargando la leña para nuestro propio fuego
aunque no supiéramos que culpa estábamos expiando.
Para ser amados descendimos al inframundo,
yo fui condenada a esperar convertida en sombra
tú a vagar sin rumbo.
Acta de Reunión
Paro Escuela de Medicina
Universidad de Valparaíso
Contexto de pandemia
–09 de junio de 2020–
Reunión con la Escuela
Poema-collage en base al acta
en la quedó registro
de lo que ahí se dijo.
CATASTRO
Escuela:
70% de los docentes de la universidad son clínicos,
todes en primera línea covid-19.
2 colegas estuvieron en ventilación mecánica,
a punto de morir.
30 becados infectados por covid.
No quedan camas UCI en la región.
Situación se va a extender hasta marzo,
En la deficiencia
debemos formarnos
no existirán médiques por secretaría
por falta de ética.
Alumnado:
Presencia de factores de riesgo para covid-19
en estudiantes y su grupo familiar
Problemas socioeconómicos
a raíz de la pandemia
Cesantía
Merma de ingresos
Nuevos roles domésticos
y de cuidado, trabajo (no) remunerado
(formal o informal)
Salud mental.
Espacios de estudio.
PALABRAS
ABIERTAS
Doctor:
¿Quiénes quieren colaborar?
¿Qué están dispuestos a hacer?
Cooperar implica reconocer los riesgos
La Escuela respondió
a los Servicios de Salud
con negativa ante su solicitud
de estudiantes voluntarios,
por su falta de seguridad
social y sanitaria,
dada la posibilidad de secuelas.
No se puede promover
actividades que no sean seguras.
Diálogo ha existido,
en los que a veces
no se ha llegado al consenso.
Situación devastadora,
Anteriormente
se disociaban como docentes,
la muerte
estaba en pacientes,
hoy es latente
en elles mismes.
Estudiante:
Todo argumento anteriormente dado es
la base de la paralización.
La muerte acecha
Sumado esto a la angustia
de estar bajo la dirección
de un Gobierno
que hace un par de meses
disparó a su gente
y la de un ministro
expulsado del colegio médico
que falsificó listas de espera
hacia el 2013
¿Pueden sostenerse
clases normales
en este contexto ?.
¿Es ético formarnos en la deficiencia?
Doctor:
La deficiencia que es un hecho,
dado el contexto y sus limitaciones.
Estudiante:
Sumar a todo lo anterior la no suspensión del CAE,
la no rebaja arancelaria
la precariedad de la Ley de Protección al empleo
la cantidad de trabajos sin contrata,
La cesantía.
Muy difícil la continuidad del año académico.
Doctor:
En comunidad educativa
se recibe como una no disposición
de trabajo en conjunto, genera shock,
dada la contingencia mundial y nacional
y todo lo que demanda.
Medidas de presión no son constructivas.
¿Qué hicimos mal en la comunicación?
Todos:
En términos generales,
los pasos dados
no han sido los correctos.
Dirección:
En el contexto
se hace imposible
que no existan deficiencias,
se hace necesario
lograr abordar
la mayor cantidad de competencias.
Muchas cosas externas
preocupan a les estudiantes,
muchas de las cuales la Escuela
no puede hacerse cargo.
Se pueden resolver cosas sin paralizar,
es contraproducente parar para avanzar.
Alumnado:
abordaje integral
educación en tiempos de pandemia,
no el de educación a distancia,
el concepto exigido
es mucho más amplio.
Dirección:
Paralización queda
como una ofensa
en la comunidad docente.
La peste verde
Tuvimos que elegir esta época en particular para tener que despertar en masa.
Tuvimos que aprender en esta era prepotente
de payasos sinceros y bufones escalofriantes,
el tener que lidiar con lágrimas en silencio,
para obtener alguna legítima muestra de interés y belleza fidedigna
sin nomenclaturas ni violaciones de espíritu.
La sociedad se ha transformado en su propia víctima y caldo de sangre,
donde vamos a tener que sobrevivir con nuestras mejores herramientas,
latidos, serruchos, lenguas afiladas, cinceles y plumas para hacerles ver
que no vamos a digerir otro régimen y cuentos de Gatopardo.
Tuvimos que elegir esta época en particular para poder dar luz
a todas las estrellas danzantes en cualquier trinchera
atiborrada de granadas, bacterias, amenazas,
policías enloquecidos, políticos decapitados, tortura cinematográfica,
ceguera artística y virus de la ignorancia,
que ha puesto nuestras vidas bajo una cárcel sin barreras visibles.
En una época lánguida por la ausencia de carne y huesos
de nuestros seres amados, hemos tenido que elegir
entre la desesperación y la guerra,
pero la guerra ya estábamos enfrentando hace muchísimos años atrás.
Era un gobierno que estaba oculto tal como la Criatura de la Laguna Negra:
mucho menos romántica, más aterradora, más nociva, más deshonesta,
capaz de cometer delitos impunes sin necesidad de garras y colmillos,
capaz de dejarnos con los pies agujereados de clavos y púas,
capaz de dominarnos la alimentación mediática y la cuna de la fe.
Ya no tenemos que estar tan tristes, pensaba.
A veces es tan difícil querer sin vallas y proyectiles.
A veces nos llegan balines que ni siquiera deberíamos poseer.
A veces este silencio tan enérgico es la verdadera cura de todo mal.
Mamá, créeme, he hecho lo mejor que puedo.
El sacrificio siempre estuvo latente.
Nunca pude abrocharme bien los cordones.
Jamás me puse el chaleco de rombos que te gustaba para mí.
Por las noches, deseaba un llanto nuevo,
pero me di cuenta que todo estaba cicatrizando,
aún estando todo el día encerrados, y me sentí como otra Criatura.
Hay que seguir investigando, pensaba.
Hay que seguir haciendo de esta ruina una pinacoteca sagrada.
Hay que seguir siendo curioso. Afectuoso. Controvertido.
Contraatacar. Y contra la corriente.
Resurección
Resurrección y Rebelión de nosotros mismos.
Resurrecciones aplazadas y rebeliones en calidad de bombitas de ruido
por el hormigón plagado de pumas enajenados,
y la espesura de avaricia en forma de pico gubernamental.
Purgación y sonrisas retraídas de monstruitos con semblante de licántropo
y ángeles exterminadores por las avenidas,
y sicarios de pelo rojo y botines rotos que ya tendrán su dulce
indemnización.
Purgación y un exterminio global lleno de zapatitos rasgados,
bolsillos sin dinero, gente que no puede respirar y cercos de púas por trepar,
semillas, manjar, cereal y pan de anarquía, ancianos burlándose de la
Muerte,
y niños enamorados y rabiosos saboreando manjares
de reflexión desconocidos.
Gangrenas y moretones sociales, economía despedazada
y crucifijos derritiéndose como mantequilla descompuesta
frente al mar de cinismo y crimen encubierto.
Los presbíteros se soban la panza y el sexo, muertos de la risa.
Los políticos y Ministros se atoran con golosinas de impunidad.
Una Resurrección aplazada y Rebelión primordial.
No hay peligro dicen por el canal católico 12 + 1, que de católico nada tiene;
puede salir, puede trabajar, puede orar,
pero tendremos su libertad y hocico en bozal y su césped cercenado,
contamínese, muera, déjenos sus ahorros, tenemos los dientes limpiecitos.
Hay Iglesias que manchan y arden,
pero sería mejor que el carbón estuviese en tus intestinos y embocadura.
Los más ricos se escapan en helicóptero,
y los más humildes deben masticar el aislamiento con amor y leña interna.
Los crucifijos en mi casa ladran por más cambios y radicalidad.
Ya no basta con rezar.
No es solo un virus lo que vamos a aniquilar, será la religión del miedo.
Las plegarias ya no bastan con cortejos de laurel y seda,
deben hacerse barricadas mentales, jarras de vino ceremonial
y muros de resistencia fidedigna y kerosén mental contra el régimen.
Esto no es una fatal inoperancia del Estado solamente, es su fin mismo.
Frente a esto debemos contraponer la comunidad
y protegernos lo máximo entre nosotros mismos,
hacer lo necesario para que los nuestros tengan agua y comida,
salud y techo, fósforos y napalm, voz y cultura. Refugio y Resurrección.
Inequidad
Desigualdad
Este país tú
Tus besos de bandera agitada
Siempre han sido mi país
Y mi frontera el contorno al oído
de tu grito final
Y haces eco del abismo
de norte a sur de par en par
La sed desierta de tu norte
el trasiego de tu valle
la saciedad cierta
de tu sur,
de tus puertas abiertas
al mar al mar
