‘Hacer una editorial en español en Nueva York es una pésima idea’
Chatos Inhumanos es una editorial independiente, neoyorquina e hispanoparlante. Esos tres adjetivos no son antitéticos, aunque sí provocan pensamientos paradójicos en los fundadores de este nuevo proyecto; una especie de pesimismo esperanzado.
“Hacer una editorial en español en Nueva York es una pésima idea”, dice en entrevista el colombiano Luis Henao, quien junto a los peruanos Ulises Gonzáles y Jorge Gárate, y las españolas Sara Cordón y Leire Leguina, encabeza la editorial.
“Requiere mucho trabajo, inventarse el manual de operaciones y es muy probable que la inversión no se recupere nunca… Pero estamos felices de haberlo hecho y nos da mucha emoción seguir haciéndolo”, asegura.
¿Cuándo y cómo nació la idea de este proyecto?
Chatos Inhumanos se verbalizó tal vez después de alguna presentación de Los Bárbaros [una revista literaria dedicada a la ficción relacionada con Nueva York] o algún evento en el Graduate Center [de la City University of New York] y se hizo ahí, como conversación, como idea, como plan ambicioso y optimista, sin pensarse mucho, sin tomarse tan en serio a sí mismo. Ya en el verano pasado, después de rumiarlo cada cual en su esquina, nos reunimos a darle forma a lo que queríamos como proyecto colectivo.
Hasta que no estuvimos los cinco la editorial no comenzó a caminar. Pero me gusta imaginarme que la editorial ya existía de antes, que nos había faltado valor o sobrado vergüenza para hablar de ella. Era inevitable, ante nuestras experiencias personales, nuestro gusto por el libro y lo que percibimos como una necesidad creciente entre la gente que habla español en Nueva York. Al fin se juntaron medios, motivos y oportunidad.
¿Qué temas/géneros literarios están promoviendo y cuáles son sus criterios de selección?
No tenemos un plan respecto a temas o géneros: vamos a tientas, pura corazonada, pero con la tranquilidad de saber que aquí [en Nueva York] hay muchas voces que merecen ser compartidas. Ya estamos trabajando en nuestros próximos proyectos: uno es un conjunto de ensayos, crónicas y viñetas, el otro una antología de textos breves. Así, sin temer a tropezarnos.
[Chatos Inhumanos acaba de presentar su primer libro: Pasajes, de la argentina Mariana Graciano]
Pasajes es la novela de nuestra experiencia neoyorquina, es eso que siempre quisimos decirle a alguien pero pensamos que no se entendería. La novela refleja el sentimiento de desasosiego y confusión de estar en Nueva York e ir descubriendo aquello que se olvida. Su lenguaje y su estructura expresan —mejor de lo que cualquiera de nosotros podría hacerlo— mucho del proyecto de Chatos Inhumanos.
¿Cuál es el público o los lectores a quienes está dirigido este proyecto?
En Nueva York hay toda una comunidad hispanoparlante de lectores más allá de nuestros círculos institucionales y sociales inmediatos. Ése es el trabajo por hacer: facilitar esa relación entre lectores y textos. A pesar de la gran tradición e historia de la literatura en español en Nueva York, y de la gran cantidad de grupos que trabajan alrededor de la cultura hispanoamericana, hay que inventarse formas de llegar a esos lectores. Pretendemos también acercar textos de autores hispanos al público angloparlante o a los latinos que, por su formación, se sienten más cómodos leyendo en inglés. Este año traduciremos al inglés tanto Pasajes como los otros dos libros que vamos a publicar. Estimular una relación cultural entre lo hispano y lo anglo en Estados Unidos es uno de nuestros principales objetivos.
¿Por qué publicar libros en español?
Nueva York es una ciudad hispanoamericana. Hay una idea de que los inmigrantes de primera generación no leen porque están ocupados en sus trabajos o porque no tienen cierto nivel de educación y que los inmigrantes de segunda generación, educados y económicamente estables, leen en inglés. Eso es una idiotez. Es pensar la literatura como bien exclusivo cultural de clase media educada. Aquí hay lectoras y lectores que carecen de opciones culturales en español, eso se ve en la gente que acude a lecturas poéticas, a conciertos. Es importante que tengamos un lugar en donde reconocernos como sujetos válidos, un lugar otro que Univisión y las migajas culturales que nos da el sistema: y los libros son un lugar tan bueno como cualquier otro.
¿Cómo se financia este proyecto?
De nuestros bolsillos. Nos toca balancear el presupuesto doméstico, buscar viajes más baratos, privarnos de algún postre y algún trago. Es un esfuerzo que creemos que vale la pena. La idea es encontrar formas alternativas de financiación: becas, aportes institucionales. Pero apenas estamos descubriendo el camino. Se trata de encontrar modelos económicos viables, la auto sostenibilidad. Mientras tanto, confiamos en que si alguien se topa con Chatos Inhumanos compren el libro y, si se sienten generosos, inviten a algún postre o algún trago.
¿Cuáles son los modos y medios de circulación de sus libros?
Hay que inventárselos. Mucho de lo que hacemos sigue siendo cara a cara. De momento, vendemos la novela en nuestra página web y en alguna librería de Nueva York. Difundimos información por Facebook y Twitter. Estamos en un momento en que las ventas de los libros se desplazan cada vez más a internet, pero creemos que también es importante pensar la relación libro-lector por fuera de una mera dinámica vendedor-consumidor. Por eso queremos crear espacios de encuentro, en que el libro se lea y se discuta socialmente.
¿Cómo ven el futuro de los libros en español en este contexto?
Hacer una editorial en español en Nueva York es una pésima idea. Requiere mucho trabajo, inventarse el manual de operaciones y es muy probable que la inversión no se recupere nunca. Pero estamos felices de haberlo hecho y nos da mucha emoción seguir haciéndolo. Si las editoriales, las autoras, las instituciones académicas y culturales o las lectoras no trabajamos, no llegamos a ninguna parte. El “futuro de los libros en español” es una responsabilidad conjunta.